viernes, 9 de agosto de 2013

“La Política y la Participación: Algunos aspectos I ”

Ampliar el espacio político implica ampliar el espacio de toma de decisiones y extender la responsabilidad que ella conlleva. Decidir es jugarse, respetar y defender, aceptar, cumplir, determinarse. Esa determinación resulta en obligación moral respecto de los resultados –esperados e inesperados- que puedan surgir de la misma.
Asistimos al renacer de lo político, desde hace ya un tiempo considerable la arena se presta e invita a entrar a quien tenga voluntad de hacerlo, dejamos atrás el “que se vayan todos” que nos hundió en decepción y enojo y hoy, en lo más alto de la oleada de aquel renacimiento, la política vuelve a ocupar destacado lugar en los medios masivos de comunicación, en la vida cotidiana.
Ahora bien, ¿la participación efectiva puede medirse a través de la comprobación de esta aseveración? ¿Realmente se amplía el espectro político o ello solo es un discurso para cautivar que termina siendo vacío de sustento manifiesto en la práctica?
La Ley 26.774 de Ciudadanía Argentina considera electores a los argentinos nativos o por opción que hayan cumplido dieciséis (16) años, como contrapartida a este derecho la norma estableció la obligación de actualizar el DNI para poder hacer efectivo el derecho a sufragar, este requisito fue cumplimentado por el 42,7% del total de jóvenes en condiciones de hacerlo. Cerca de 600.000 adolescentes a nivel nacional podrán emitir su voto en estas elecciones, (el 1,9% del padrón electoral nacional).
En nuestra Provincia (Formosa) se encuentran habilitados 392.863 electores con lo cual representamos al 1,3% del padrón nacional. Y según datos oficiales, se calcula que aproximadamente más de 12.000 jóvenes podrán sufragar en los próximos comicios. Esto es, el 3% de nuestro padrón electoral provincial, el cual significa un número considerable al momento de evaluar el impacto del mismo en las urnas.
  Estimo que más allá de la intención de voto de estos nuevos electores, los números nos indican una respuesta a la primera pregunta que nos hubiéremos hecho, ya que al menos podemos -por el momento- medir la intención de participación en el acto eleccionario de jóvenes que demuestran de esta forma interés en un espacio antes absolutamente vedado para ellos.
No considero tampoco los motivos ciertos de este nuevo interés, no pongo en cuestión si son oficialistas u opositores porque lo que me interesa destacar –lo que para los fines del presente escrito es suficiente- es la apertura y democratización junto con la respuesta participativa efectiva.
No es para nada un dato menor, aunque a algunos les convenga verlo de esta manera, el hecho de que más de 12.000 jóvenes formoseños se vuelquen a la política, se interesen en participar,  respondan a un nuevo clima de reconocimiento de la política como herramienta de acción, como espacio de expresión, esto es innegable y es bueno reconocer que si miramos atrás podemos comprobar algunas diferencias: el espacio político presenta hoy nuevos electores, ensancha la franja de ciudadanía, amplía al tiempo que mejora nuestra democracia. No es solo un discurso, tiene connotación real manifiesta en la práctica política. 
Dejemos de ser meros adláteres, seamos capaces de ver los logros de una gestión que nos invitó a participar desde sus inicios, nos invocó a ser nuevos soñadores, nos permite ser parte como protagonistas auténticos, reales y efectivos de nuestra propia construcción democrática, de nuestra historia. Mas electores, más voces, más participación, es más democracia.

Lic. Karen E. Toledo
Raíces Formoseñas
Observatorio de Políticas Públicas